martes, 20 de noviembre de 2012

TODO PUEDE PASAR


El tercer puesto de Fernando Alonso en el Gran Premio de Austin de este pasado domingo salvó los muebles de un fin de semana inusualmente desfavorable para el deporte español. Tras las derrotas frente a Brasil y República Checa en la final de la copa del Mundo de fútbol-sala y de la Copa Davis respectivamente, todo hacía pensar que el título de Fórmula 1 también se nos escaparía y caería matemáticamente del lado de Sebastian Vettel, pero no fue así.

La agonía, si así quieren llamarlo, en que vive desde hace ya algunas temporadas el aficionado a las andanzas del piloto asturiano se prolongará siete días más a la espera del desenlace del Gran Premio de Brasil, última carrera de la temporada, con la esperanza puesta en lo inesperado. Lo irracional, si me apuran.

Sería injusto tratar de analizar quién merece más ganar el campeonato. 

Es verdad que Alonso tiene un coche netamente inferior al de Vettel y que, por tanto, se puede pensar que tiene más mérito su pilotaje del Ferrari al haber conseguido minimizar la inferioridad de su máquina frente al Red Bull y haberle permitido llegar vivo a falta de una carrera, poniendo la presión sobre los hombros del piloto alemán que tiene que jugárselo todo a una carta en un circuito en el que la climatología y la presión pueden provocar que todo o casi todo pueda llegar a pasar.

Pero lo cierto es que los campeonatos los gana el que más puntos suma a final de la campaña y, a día de hoy, guste o no, Vettel tiene 13 puntos más que Alonso lo cual significa, simple y llanamente, que Vettel ha sido mejor que el asturiano en el cómputo global de la temporada, abandonos y vicisitudes técnicas sufridas por ambos aparte.

¿Por qué entonces la cara de Vettel al bajarse del coche en Austin era más propia de alguien que acababa de perder el mundial que de alguien que había conseguido ampliar su ventaja en la clasificación con sólo una carrera más por disputar?

Porque al igual que los detractores de Alonso, a la vista de los resultados recientes y del rendimiento de cada coche, Vettel se sentía plenamente confiado en su victoria en el mundial este pasado domingo saliendo desde la pole positionVettel sabe que su coche es superior al de Alonso - infinitamente más rápido en calificación y bastante más que el Ferrari durante la carrera- y que, en condiciones normales, el título debería haber sido suyo ya en la carrera anterior en Abu Dhabi.

Sin embargo, la cara de pocos amigos de Vettel al término de la carrera de este domingo dejaba entrever que Alonso había conseguido generar en el piloto alemán la sensación de nerviosismo propia de aquellos que se saben superiores pero incapaces de demostrarlo en la práctica, impotente para terminar con las opciones y esperanzas de su rival de manera definitiva. 

Sabe que Alonso ha ganado la batalla psicológica de conseguir llevar a Vettel a tener que rendir al 100% en la última y definitiva carrera, donde un accidente, un reventón, una rotura del motor o del alternador - como a su compañero Mark Webber le sucedió en Texas- le podría privar de ganar su tercer mundial... La cara de Vettel demuestra que es consciente de esto y que sabe que cualquier cosa, todo, puede pasar.

3 comentarios:

  1. Querido Player #10: Soy un ser irracional. Me gusta como Alonso me hace creer que es posible lo imposible. Me gusta Alonso calándose el sombrero de cowboy, mirando a Vettel tras la carrera de Austin y pensando "Pudiste acabar conmigo y no has sabido. Has perdido tu oportunidad." De ahí la cara de Vettel. Sabe que ha perdonado. Sabe que Alonso es un killer. Desde ese mismo momento Sebastian tiene flojo el muelle y está llenando el mono de heces. Forza Fernando!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Yo espero que Vettel no sólo tenga flojo el muelle, sino también alguna tuerca del RB8. Y con el verdadero convencimiento de que si hay alguien en este mundo capaz de superar al Red Bull es el talento innato de Alonso, no puedo dejar de pensar en la superioridad del coche de Red Bull, y porqué no reconocerlo, en que Vettel todavía no ha fallado en su conducción. Sólo espero que el ansia que a veces ciega al germano se presente en Interlagos y por alguna tontería de las que suele hacer (véase vuelta rápida en la última de la carrera, adelantamiento a Button a falta de dos vuelta para conseguir un par de puntillos más, etc.) se le joda la carrera y el campeonato del mundo. Pero mucho me temo, que es consciente de la superioridad de su coche y de lo poco que tiene que hacer para ganar.
    Dicho lo cual, Vamos Alonso! Con dos cojones, coño!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Cada vez veo más maduro a Alonso, esto de meter presión a Vettel se le da muy bien. Creo que es el mejor piloto de la parrilla, pero Sebastian (un nombre asociado a las victorias en motor ... Loeb) tiene un "pepino", quizás Brasil sea para Alonso, el mejor circuito para acabar el mundial.
    Saludos y te espero por Baloncestistas ¡¡¡

    ResponderEliminar